Voy corriendo aunque me caiga

Voy corriendo aunque me caiga
Tenerife. Noviembre 2013

sábado, 5 de octubre de 2013

XL MARATON DE BERLIN.

XL MARATON POPULAR DE BERLIN 2013.-

“Ciudad record”

     Después de una semana intensa el viernes volamos a Berlín. Llegamos a las 6 y nos desplazamos rápido al hotel. Primer contacto con la ciudad fue una visita al Lidl para comprar agua, barritas, isotónico y demás. Cena con pasta y a la cama prontito.

     La mañana del sábado era fría; habíamos quedado pronto para participar en la “Breakfast Run”. Se trata de una carrera lúdica de 6 km con salida en el Castillo de Charlottemburg, de estilo barroco, construido a finales del siglo XVII y llegada al Estadio Olímpico de Berlín. La carrera me recordó bastante a la San Silvestre Vallecana; el buen ambiente fue el protagonista con disfraces y múltiples banderas portadas por corredores de muchas y muy dispares nacionalidades.

     Ritmo muy sosegado que culminó con la impagable entrada al Estadio Olímpico de Berlín, construido en 1936 y con una larga historia a sus espaldas. Aquí, el atleta negro Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1936 y se cuenta que enfureció de tal manera a Hitler que abandonó el palco para no tenderle la mano.
   
     Los records del mundo de Usain Bolt de 100m y de 200m fueron logrados en 2009 en esta pista, por la que ahora correteaba el que suscribe. Un verdadero placer y un lujazo.

     Tras esto desayunamos muy bien y regresamos al hotel para ducharnos e ir a la Feria del Corredor.

     La Berlin Vital Expo tenia lugar en el antiguo aeropuerto de Tempelhof. La cantidad stands, los muchísimos artículos de merchandising y los precios estaban acordes con el tamaño de la Expo.

     Aquí volvió a caer  un mito de la extraordinaria organización alemana (otro había caído en la final de la EL en 2010 en Hamburgo). Tuvimos que aguantar alrededor de una hora de pie para recoger el dorsal. Las medidas de seguridad hicieron que cada corredor hubiera de presentarse en persona e identificado para su recogida. Aquello se les fue de las manos.

     La comida “pasta party” fue en el suelo ya que la mesa la pillamos al final y no para todos. La calidad de la comida no era para tirar cohetes.

     Me fui a descansar al hotel hasta las 8 que asistí a una muy concurrida “Misa de la Marathón” que se celebraba en la Iglesia Memorial Kaiser Wilhem. Se trata de una iglesia destrozada por los ingleses y que en 1950 se propuso derrumbar. Esto no se llevó a cabo por la presión popular  y posteriormente se construyó al lado la Iglesia Nueva, dejando la zona servible de la primitiva como pequeño museo.

     Nueva cena de pasta y a la cama que mañana conoceremos Berlín corriendo por sus calles....

     A pesar de que me acosté con la alegría de la victoria de mi Aleti no fui capaz de dormir más de dos horas. Serian los nervios.

     Después de desayunar nos desplazamos en metro a la salida. Dentro del hotel ya se respiraba ese ambiente a carrera. Mucha gente que se movía en todas direcciones pero íbamos todos al mismo sitio.
     Tenía muchas ganas de correr. El gemelo izquierdo que hasta ayer me molestaba en serio parecía que había invernado por el frío y no protestaba. Vaya dos últimas semanas que me había dado de molestias.
Los cinco antes de la salida. By Sachiko

     Allí estábamos en la salida. Orlando, Corpo, Luis, Toni y yo. A nuestra espalda la Puerta de Brandemburgo, enfrente la Columna de la Victoria y en medio nosotros.

     Disparo de salida dado por el gran Haile Gebrselassie. 18 minutos después arrancamos nosotros. La calle es ancha y el ritmo de salida es de unos 6 min/km. En el km 2 tiro una vieja sudadera que me había protegido del frío y adapto el ritmo al grupo de corredores pasando el 5 en algo más de 28 minutos. Un poco antes me había despistado de Orlando y Luis en una curva que tuve que parar.

     A partir de aquí, la gran cantidad de corredores y unas calles más estrechas me impide ir al ritmo que tenía pensado y que me pide el cuerpo. Voy a unos 5´40”. El km 10 en 56:26. Quería correr más, tenía ganas pero no podía. Era como la noche previa, quería dormir, tenia sueño pero no podía. Mi mente lanza una orden para el escaneo de mi cuerpo. Todo bien de piernas, de caja y el dichoso gemelo.

     En el 12 me tomo un gel y poco después veo porque no puedo correr más. Unos 200 metros delante de mí veo los globos de las 4 horas. Van acompañados por muchisimos corredores y a esto se debe el embotellamiento. Hay que quitarse esto de encima. En una larga recta me salgo a la acera y aprieto, casi esprinto, para adelantarlo. Eran al menos tres globos, separados unas decenas de metros entre ellos. Paso a todos y me reincorporo a la calzada. Ahora empiezo a correr cómodo, con parciales de 5´20”.

     Media Maratón en 1:57.
   
     Hasta el kilómetro 30 mantengo buen ritmo con saludo a Sachiko nada más pasar la Medía Maratón y posterior parada a mear, la única en toda la carrera, aunque me tomé mi tiempo. También me tomé el segundo gel.

     En el km 30, mi cuerpo manda una orden de escaneado a mi mente. Mala noticia. Algo va mal. Es el gemelo izquierdo. No pasa nada. Estoy acostumbrado a correr con esta molestia durante los últimos entrenamientos; es lo menos que me podía pasar. Bajo un poco el ritmo pero voy con alegría.

     Pasado el km 34 !!!!!crash!!!!!. Al apoyar la rodilla derecha sufro un pinchazo muy fuerte. Bueno no es nada. Al rato se repite. Es un pinchazo profundo, doloroso que da la sensación que la rodilla no va a ser capaz de sujetarte y caerás. Voy con miedo. Bajo el ritmo.

     En el km 35 me adelanta el primer globo de las cuatro horas que va un poco adelantado al tiempo que marca. Me pego a él con soltura y con rabia incluso le sobrepaso. Poco antes del 36 la rodilla me hace parar. No puedo casi ni andar. No me jodas.

     En el 36 está el hotel, andando-cojeando llego allí. Tengo que llegar a meta y no voy a abandonar a pesar de estar en el hotel. Paro y me doy una crema que me dio Arancha: “Eso te calma el dolor, aunque no te cura”. Me lo di en la rodilla y me reincorporé. Al principio iba igual pero aquello se calentó y empecé a correr con ganas, rabia y miedo acompañado de Sachiko. Alcanzo a unos corredores talaveranos que al ver la camiseta me animan y empiezan a cantar cosas de nuestro equipo. Me animo a cantar con ellos. Voy enorme. Les dejo a tras y corro, ¡Qué ganas de correr! Sigo adelantando gente. Sachiko en el 39 se para. Sigo. Voy feliz.

     Casi en el km 40 otro latigazo en la rodilla. Paré, estiré y andé. Estiraba, andaba, correteaba. Qué mierda. Me encuentro con fuerzas y me falla una rodilla que nunca me había dado problemas. Me autodiagnostiqué: Probablemente al ir mal el gemelo izquierdo forcé la pierna derecha más de la cuenta y la gran damnificada fue la rodilla.
     Veo el km 41 y arranco a correr despacito hasta que veo la Puerta de Brandemburgo, a partir de este momento sabía que ya no iba a parar.
Puerta de Brandemburgo. By Corpo

     Pasar por la Puerta de Brandemburgo es un verdadero lujo. Afloran los sentimientos. Recuerdos. Un poco después alcanzo la meta en 4:05. Tiempo por encima de lo esperado pero mi corta experiencia me dice que esto es así.  Tercera marathon acabada.

     Reunión de los cinco en metas con felicitaciones para todos. Medalla, avituallamiento, fotos y frio. Orlando me dejó algo de ropa que le sobraba del ropero. Menos mal. Paseito al metro y otro paseito del metro al hotel, cada vez más contento por haber terminado.

     Ducha, descanso, comida, wassapeo para responder a las múltiples muestras de ánimo que me habían llegado. Muchas gracias a todos y todas. Paseo por East Side Gallery con otros 5 km. andando. Ahora apenas me molesta la rodilla. Tengo las piernas muy cargadas pero todo dentro de lo razonable.

     El final del día maratoniano fue lo mejor:
     Alberto me había recomendado un sitio. Era enorme y estaba hasta los topes. Sólo admitían con reserva. “Imposible. No podéis cenar aquí”. Si los alemanes al decirte cualquier cosa parece que están enfadados, si lo que te dicen es algo negativo, esa sensación crece exponencialmente.
Fui a hablar con la encargada con mi inglés castizo: “Imposible. Todo lleno. Sin reserva nada”.
     - “Vamos a ver bonita venimos desde lejos y blablabla, nosotros no sabíamos blablabla”. Creo que no me entendía pero cada vez ponía mejor cara. Entonces usé otro arma: Cara de gatito. Pocas veces falla.
Sonrió y me hizo señas para que la acompañase. Me enseño todo el local mientras buscaba una mesa preguntando a todos los camareros que se cruzaba si había algo libre. Al final encontramos sitio cuando ya acabábamos la ronda. Danke, muchas danke.

     En aquel sitio había una fiesta en condiciones. Una orquesta tocaba canciones para un grupo nutrido de corredores sicilianos mientras estos cantaban, bailaban y bebían cervezas; otros alemanes con sus trajes típicos igual. La mayoría de los presentes llevaban sus camisetas de finishers y sus medallas al cuello. Saludos y enhorabuenas en muchos idiomas.
Inicio de celebración. By Sachiko

     Nosotros cenamos y bebimos; sobre todo bebimos. Nos fuimos metiendo en ambiente junto con otros vecinos de mesa pucelanos y al final sicilianos y alemanes y demás se vinieron a nuestras mesas y cantaron guiados por un excelente director de orquesta el Ole Ole Ole Cholo Simeone y otras cosillas que se cantan cuando la cerveza llena un cuerpo.
     Fue un excelente fin de día maratoniano.

     El resto de días lo dedicamos a hacer turismo por la ciudad con cena el lunes en el restaurante más antiguo de Berlín que data de 1621.

CONCLUSIONES PERSONALES.-

- Sensación agridulce. Para mi y mi nivel acabar una marathon es siempre motivo de satifacción, pero creo que iba preparado para haber acabado en menos tiempo
- Perfecto estado de “caja”. Me fallan las piernas como en maratones anteriores
- Capacidad de controlar las paradas urinarias (una en todo el recorrido).
- Tomé dos geles, el segundo en el 24 y no habría estado de más un tercero para el final. Le tenía encima pero con la rabia que llevaba y las ganas de acabar se me pasó
- Un final pasando debajo de la Puerta de Brandenburgo es algo que no tiene precio.
- Cada día me gusta más la opción del maraturismo. Creo que somos muchos practicantes.

CONCLUSIONES DE LA CARRERA.-

- Recorrido completamente llano.
- Mucha animación durante la prueba. Multitud de bandas (más de 80) con todo tipo de música.
- Masificación en algunos tramos que impedían aumentar cómodamente el ritmo. Nos contaron después y lo vimos nosotros que hay mucha obra en Berlín y algunas calles por las que pasaba la carrera se vieron afectadas por esto y los consiguientes estrechamientos.
- Avituallamientos abundantes con fruta, agua, isotónico  e incluso gel. Lo malo, el agua en vaso que a mi me obliga a parar a beber. Igual de otra forma no es posible
- Ropero, medallas y avituallamiento en meta muy correcto.
- Punto negativo la larga espera en la recogida de dorsales y lo flojito de la pasta party.

Mis compañeros de viaje y marathón hicieron un extraordinario debut en la distancia:

ORLANDO: Tiempazo en tu debut. Te echaste de amigo a Wolfrang en la fiesta de después y a aquel chaval mejicano. Que crack eres. No se si harás 100 maratones pero si lo intentas estoy seguro que vamos a compartir muchas más

LUIS: Otro tiempazo. Un tio preparado para el deporte de resistencia. Te vas a ir a practicar otras disciplinas pero no te olvides que correr mola

ANTONIO: Dejate de tonterias: El más grande eres tú y no el innombrable....Supiste hacer tu carrera y llegar a tu primera meta maratoniana con ganas de fotografiar tu paso por la Puerta de Brandemburgo.

CORPO: No tengo ninguna duda: de los 40000 corredores eres el que más disfrutó. Bailando en las orquestas, saludando a niños, llamando a casa en carrera, haciendo fotos. Sin esto habrías hecho mucho mejor tiempo pero seguro que habías disfrutado menos.

     Enhorabuena a Wilson Kipsang que consiguió el record del mundo de esta distancia con 2h:03min:23seg. Este record junto a los reseñados de Usain Bolt convierten a Berlín en la ciudad de records en atletismo.

Ha sido un placer disfrutar de todo esto con vosotros. Ahora a descansar y a pensar en el próximo; espero hacer más juntos.